EL ATRIO

Panorámica actual del Convento
Panorámica actual del Convento
Antigua puerta del Convento, para ver en grande, pincha sobre la imágen
Antigua puerta del Convento, para ver en grande, pincha sobre la imágen

 PANORAMA GENERAL

 

              Como es de suponer el compás que da entrada al atrio y el atrio mismo no se parecen en nada a lo que había al principio. Una idea aproximada de cómo era su primera figura, la podemos deducir de la primitiva puerta del Convento que se encuentra en el museo del mismo. No se ve atrio por ninguna parte y sí unas escaleras que permitía el acceso que se realizaba desde el antiguo camino. 

            Es en el año 1609-1610, cuando se comienzan las obras de la nueva Iglesia y se amplía el atrio. El P. Juan Mancebón nos lo cuenta así: “La plaza se comenzó en el mismo tiempo que la renovación de la iglesia, derribándose la que antes había que era bien pobre y estrecha, aunque no menos movía a devoción que la que al presente hay tan ancha y relajada... toda fue a puro trabajo de los frailes… Duró la obra de la plaza más de tres años porque costó mucho el terraplenarla…” 

 

LOS SIETE DOLORES DE LA VIRGEN.

 

              Bordeando el atrio se halla otro vía Crucis, aunque para hablar con más propiedad deberíamos afirmar que se trata de siete capillas con los Siete Dolores de la Virgen, y que se encuentran entrando a mano derecha, a las que después se les añadió otras siete para completar el Vía Crucis con azulejos muy dispares. Consta en el libro de la Fundación que el año 1751, entre otros gastos se incluyen “los siete cuadros de los Dolores de la Virgen en azulejos en el compás”. El olmo que da sombra al atrio deber ser, según fotografías, de principio del siglo XX y ha sobrevivido a las epidemias gracias a la pericia y dedicación de los peritos del Ayuntamiento. En la actualidad nos sirve como de inmensa catedral para las celebraciones anuales de Santa Ana o de la Romería del Cristo Amarrado a la Columna.