Siendo las 12 horas, el pasado sábado día 10 de febrero, nuestro hermano Francisco Miguel Antequera Ortega, natural de Villanueva del Ariscal, Sevilla, y morador de este convento de Santa Ana del Monte en Jumilla desde agosto del 2015, recibió el orden del diaconado. El obispo oficiente, Monseñor José Rodríguez Carballo, Secretario de la Congregación para la Vida Consagrada y sociedades de vida apostólica, tuvo el gran detalle de desplazarse desde la ciudad del Vaticano hasta nuestro querido Convento de Santa Ana, para , mediante la imposición de las manos y la oración consacratoria, conferir el orden del Diaconado a nuestro hermano Fr. Francisco Miguel.
Treinta y tres hermanos procedentes de Sabadell, de Onteniente, de Concentaina, de Orihuela, de Cartagena, de Lorca, de Santa Catalina del Monte (Santo Ángel, Murcia), de Murcia capital, de Cehegín, de Albacete, de Madrid y del Convento de El Palancar (Pedroso de Acim, Cáceres). Dos hermanos proceden de Argentina y se encuentran en nuestra Provincia por un tiempo. También nos honró con su presencia nuestro párroco de San Juan.
La ceremonia discurrió de forma muy armonizada y sosegada dirigida por el buen hacer del Maestro de Ceremonias Fr. José Manuel Sanchis. La música corrió a cargo de nuestros estudiantes de teología quienes eligieron para el caso música conocida por todos para que pudiéramos unirnos a esta forma de rezar hecha melodía y de este modo toda la asamblea funcionó como un solo coro..
Numerosos hermanos en la fe y devotos de Santa Ana, entre los cuales se hallaba nuestra Alcaldesa, se las arreglaron como pudieron para estar en nuestro pequeño santuario de Santa Ana y crear ese ambiente de recogimiento y sentido de lo sagrado que se pudo experimentar en todos los momentos de la celebración.
Monseñor Rodríguez Carballo, desgranó en breves y densas palabras el mensaje más adecuado para comprender el valor que aporta el Diaconado a nuestro hermano Fr. Francisco Miguel Aantequera, acentuando el servicio como condición esencial para ser un buen sucesor de aquellos primeros diáconos de la Iglesia que fueron llamados por los Apóstoles al ministerio del servicio a los hermanos.
Según los datos que manejamos procedentes de nuestras crónicas y de la memoria reciente, esta sería la primera ordenación de diácono que se celebra en nuestro santuario de Santa Ana del Monte.
Todo concluyó con la plegaria a la Virgen Inmaculada, a quien cantamos las alabanzas de la Madre que con su presencia silenciosa nos vela y nos cuida.
Jumilla a 10 de febrero de 2018